TAE KWON DO
LOS INICIOS DEL TAE KWON DO EN BURGOS
Aquel lugar, al que acudí acompañado de mi hermana Alicia, un pequeño local, accediendo a él por una puerta de cristal y en la misma entrada, una ventana a través de la cual nos atendió una secretaria, Ester, nos informó del dinero a pagar, la matricula, la cuota mensual, el traje que se llamaba Dobok y la licencia, en aquellos años tramitada por la federación de Ju Do y disciplinas asociadas, actualmente por la Real Federación Española de Tae Kwon Do.
En este momento llego el maestro IL YU HONG, Ester le informo de nuestra deseo de apuntarnos al gimnasio HONG´S y le comento mi edad 14 años, el maestro IL YU HONG comento que aún era muy joven para empezar el Tae Kwon Do, y que mejor lo dejásemos para el año siguiente, pero ante mi insistencia por fin me admitió como alumno. Aquí se inició mi camino en el Tae Kwon Do, con las ligeras dudas de mi madre y sus advertencias, es que te van a pegar, te vas a hacer daño,…. Etc.
Recuerdo mi primer día clase, a las nueve de la noche, entrando por ese pasillo estrecho hasta el vestuario, colocándome el Dobok, y entrando a la sala de entrenamiento, el Dojo, dividido en dos partes, un suelo con colchonetas y el otro con tablones de madera, allí dos maestros IL YUMA HONG e IL YU HONG, lleno de Taekwondoins de chicos y chicas, unos con cintos de colores y, yo con mi cinturón blanco, el último de la clase. Comenzamos con un saludo, inclinando el torso a la orden de un alumno, el primero de la fila. “Chariot, atención, Sabon nim, al maestro, Kiongye, saludar”, y comenzó la clase con un intenso calentamiento, de reojo viendo a los demás como lo hacían y, yo allí, que limitado por mi falta de flexibilidad y elasticidad no llegaba a su nivel, no me lo podía creer, ufff.
Y por fin la técnica de Tae Kwon Do, El maestros IL YU HONG me enseño mi primera técnica Chumock Jirugui, en una posición semejante a la postura de un jinete, CHUCHUN SOGUI, enfrente de un espejo, me indico como se cerraban los puños y como lanzarles, si, allí me tubo casi la media hora que restaba de clase de Tae Kwon Do, lanzando puños al aire.
Terminamos la clase con un saludo al maestro y entre nosotros, sus alumnos, y al salir del dojo a las banderas.
Año 1975.
Hoy en la entrega de cintos, recuerdo aquellos años, mis inicios…..,
Mis duros entrenamientos, esas flexiones con los nudillos de mis puños sobre la madera del dojo, los abdominales interminables, la flexibilidad y elasticidad donde parecían romperse nuestras piernas, las técnicas de patadas, Chaguis, lanzadas entre compañeros o a aquel saco duro como una piedra.
Las técnicas de bloqueos Maquis y ataques, Jiruguis, todos en fila y al aire y después aplicadas en la defensa personal.
Momentos de mi adolescencia que marcaron mi personalidad, que fueron forjando mi carácter.
El recuerdo de todos los compañeros con los que entrene, han sido tantos, y en mi memoria tratando de localizar algún desencuentro con alguno de ellos, no aparecen.
Cada ciertos años solemos hacer una reunión de antiguos compañeros, hoy se me ocurre lanzar un mensaje para que en Burgos, a través de una de las redes sociales, todos los que practicamos Tae Kwon Do, pongamos una referencia, y nos recordemos, recordemos aquellos días en los que todos practicamos Tae Kwon Do
Mi primera exhibición, mi primera competición…
Hoy el día es la entrega de cintos de varios alumnos del maestro Hong.
La entrega del octavo Dan Il Yu Hong a sus alumnos:
Manuel Santos 7º Dan de TAE KWONDO
Alfonso Aranda 5º Dan de TAE KWONDO
Y los alumnos de estos a su vez del maestro Il Yu Hong:
Héctor Cantero 4º Dan de TAE KWONDO
Daniel Peña 2º Dan de TAE KWONDO
Abel González 2º Dan de TAE KWONDO
Álvaro Pérez 1º Dan de TAE KWONDO
Y la mención especial a Francisco Javier Fernández Angulo, por su Medalla de Oro al Mérito Deportivo.
Así como el agradecimiento a los compañeros que compartieron este evento y a aquellos que no pudieron estar en el mismo.